Fuego en el 23.Son de Arsenio Rodríguez.

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Fuego en el 23.Son de Arsenio Rodriguez grabado en 1948.
Pianistas:Lilí Martinez,Rubén Gonzalez(Fundador).
Trompetas:Chapotín y Chocolate Armenteros
Cantantes:Miguelito Cuní Marcelino Guerra René Scull
Bajo:Lázaro Prieto
Congas:Felix Alfonso
Bongó:Antolin Suarez "Papa Kila"


Arsenio nació el 30 de agosto de 1911 en Guira de Macurije, provincia de Matanzas, Cuba, y pocos lo conocieron por su verdadero nombre, Ignacio Loyola Rodríguez Skull. Pasó su infancia en el pueblo habanero de Güines, donde aprendió las ricas raíces de la música cubana autóctona. Esa formación repercutió siempre en su obra, tanto por su manera de hacer repicar el tambor como por los solos que interpretaba en su inseparable instrumento, el tres.

Los conjuntos surgieron en 1940, cuando Arsenio decidió ampliar el formato del septeto y le añadió dos trompetas, un piano y la tumbadora. Fue un cambio que revolucionó la música cubana, ya que hasta ese entonces, debido a un edicto establecido por el presidente Gerardo Machado, se prohibía el uso de las congas(tumbadoras) en las orquestas cubanas.

En el conjunto de Arsenio, el tres se ejecutaba con un estilo distinto, porque permitía que el piano elaborara 'tumbaos' de gran vitalidad y que la trompeta desarrollara improvisaciones que, si bien le pertenecían a temas cubanos, partían mayormente del swing americano. Con esta perspectiva, el Conjunto de Arsenio formó la base que otras célebres agrupaciones copiaron, creándole una nueva sonoridad al son, y una simetría que es la base de lo que hoy se llama salsa.

"El padre del conjunto" no sólo revolucionó el son con el agregado provisto por el tono profundo de la conga y el poder de la sección de trompetas, sino que introdujo también el son montuno, una sección de montuno donde se destacaban partes cantadas improvisadas (soneos) a cargo de la voz líder (sonero) sobre un coro repetido con frecuentes solos entrelazados de trompeta, tres y piano.
Y si eso no fuera poco, durante ese mismo período, Rodríguez fue responsable, junto con Arcaño y Dámaso Pérez Prado, de desarrollar el ritmo del mambo. Recuerdo que Pérez Prado, cuando el mambo estaba en su apogeo, se encontró con Arsenio en Los Angeles, California, y después de un fuerte abrazo, le dijo: "Maestro, usted lo inventó... pero yo lo hice famoso".

Otra innovación clave que le aportó Arsenio al son fue fusionarlo con guaguancó -un estilo afrocubano tradicionalmente ejecutado con voces y percusión- y adaptarlo al formato del conjunto, al mezclar algunos de los elementos formales y melódicos de ambos. Indiscutiblemente, esas "afro-cubanizaciones" del son están entre las contribuciones más duraderas e importantes de Rodríguez, ya que el formato del conjunto, el son montuno y el mambo son los tres elementos esenciales de lo que hoy en día llamamos salsa.

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