OPEL CORSA, CUATRO DÉCADAS DE ÉXITO | By

Hablar del Opel Corsa es hacerlo de uno lo de vehículos compactos más exitoso en Europa y, por supuesto de España. Nacido hace cuatro décadas en la fábrica de Figueruelas, en Zaragoza, has sabido adaptarse a los tiempos y a las necesidades de los clientes para convertirse en un referente en el mundo de la automoción. Un aniversario que coincide en el tiempo con el de la fábrica aragonesa, manteniendo una unión que todavía perdura en el tiempo, en la actual sexta generación.
La historia del Corsa está muy ligada a la de otro importante modelo de la firma del rayo, el Kadett. Durante la década de los sesenta y setenta, la economía alemana resurge tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial. El poder adquisitivo de los clientes aumentaba, y por eso sus exigencias fueron llevando al Kadett hacia un segmento mediano. La situación provocó un hueco en el segmento compacto, por lo que Opel decidió crear un nuevo modelo de entrada a su gama, más pequeño, y que cubriera ese hueco que estaba vacío. Así nació el Opel Corsa.
En 1982, Opel lanzaba el Corsa, un modelo compacto, de 3,62 metros de largo, un diseño deportivo y un coeficiente aerodinámica de 0,36, lo que era un récord en su categoría. En el momento de su lanzamiento, Opel apostó por los modelos de tres puertas y con dos o tres volúmenes, aumentando tres años después a las carrocerías con cinco puertas. Su éxito fue tal, que se comercializaron más de tres millones de unidades en los once años de vida de esta primera generación.
En la prueba de hoy queremos hacer una comparativa entre uno de los primeros Opel Corsa y el actual, el que podemos encontrarnos en los concesionarios de Stellantis And You. Queremos saber qué diferencias hay entre dos coches con cuarenta años de diferencia… y sí que las hay.
Viajamos en el tiempo para subirnos a un Opel Corsa 1.3 SR. Es un vehículo gasolina, de cuatro cilindros en línea montados en posición delantera transversal de 1297 Cm3, alimentado por un carburador, y con una potencia máxima de 70 CV a 5600 rpm.
Es un modelo que parte del 1.3, con unas modificaciones estéticas que se reducen a los spoilers delantero y trasero, la banda de color lateral y las llantas de 14'', de diseño muy parecido a las opcionales en otros Corsa, sólo que con agujeros de mayor tamaño. El spoiler delantero, integrado en el paragolpes, puede llevar opcionalmente encastrados los faros auxiliares antiniebla.
Interiormente, el cuadro de instrumentos recibe los relojes de presión de aceite y amperímetro, completando el ya tradicional del 1.3, ya bastante completo. Los asientos delanteros son del tipo “baquet”, similares a los del Kadett GT E, y ofrecen excelente sujeción lateral, buen confort y fácil reglaje. En aquel momento, el único inconveniente se deriva de lo poco que se abaten hacia delante los respaldos, entorpeciendo un tanto el acceso al asiento posterior. El tapizado de los asientos es de un tacto muy agradable y de suficiente agarre.
El resto del interior, incluyendo la calefacción, salpicadero, aireadores y demás aditamentos, destacando la cantidad de huecos que además de la guantera, existen para alojar pequeños bultos.
En el otro lado está el Opel Corsa 1.2T XHL de 100 CV, un vehículo que incorpora un motor tricilíndrico que desarrolla cien caballos de potencia, y que apuesta por un perfil de público más juvenil.
Independientemente del diseño y la estética, que como todo en la vida evoluciona con el paso de los años, la principal diferencia entre uno y otro modelo está en la electrónica. Hace cuarenta años, era muy habitual tener que echar mano de un tirador que había y que se llamaba starter, y que era habitual en los vehículos que utilizan carburadores en lugar de inyección. Su función es regular, de manera mecánica, la combinación de combustible para conseguir una mezcla equilibrada, que propicie una combustión óptima. La noche y el día.
Las diferencias entre uno y otro modelo no se limitan únicamente al Opel Corsa, ya que los vehículos de antes son muy diferentes a los de ahora. En 1982, había extras que hoy en día nos parecen impensables, como pueden ser los elevalunas eléctricos delanteros, en las plazas traseras ni se planteaban, cierre centralizado, o la propia dirección asistida.
Esto en lo que a tecnología se refiere, pero las diferencias van mucho más allá en el interior de los vehículos. El infoentretenimiento es uno de los aspectos que más cambios ha sufrido. Hace cuarenta años, disponer de un radiocasete era todo un lujo, y en todas las estaciones de servicio del país, se hicieron famosas unas torres llenas de casettes para hacer mucho más amenos los largos viajes.

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