Скачать или смотреть 🚨⚠️ ¿REVOLUCIONES HERMANAS? ¿Qué comparte NICARAGUA CON IRÁN?

En 1979, dos revoluciones marcaron la historia de Irán y Nicaragua. En Irán, cayó el Sha, un monarca autoritario respaldado por Estados Unidos, y en su lugar ascendió el Ayatolá Jomeini, quien prometió libertad pero instauró una teocracia que restringió derechos, especialmente para las mujeres y opositores. Ese mismo año, en Nicaragua, cayó la dictadura de Somoza, también apoyada por EE. UU., y el Frente Sandinista, liderado por Daniel Ortega, tomó el poder con promesas de democracia y justicia social. Sin embargo, con el tiempo, ambos regímenes evolucionaron en dirección autoritaria, concentrando el poder y reprimiendo la disidencia.

A pesar de sus diferencias ideológicas —una revolución islámica y otra socialista—, ambas compartieron un enemigo común: Estados Unidos. Usaron un discurso antiimperialista para justificar su control absoluto del poder y silenciar las críticas internas. Actualmente, Irán encarcela a mujeres por no cubrirse el cabello y ejecuta opositores, mientras Nicaragua encierra a críticos, los exilia o les despoja de su nacionalidad. En ambos países, el control de los medios, la policía y el sistema judicial ha consolidado su autoritarismo.

Con los años, Irán y Nicaragua han fortalecido sus vínculos políticos, a pesar de sus diferencias culturales. Lo que los une no es la religión ni la ideología, sino su interés común en aferrarse al poder. Dos revoluciones que nacieron con esperanza, pero se transformaron en dictaduras. Irán y Nicaragua son hoy hermanas, no por sus pueblos, sino por sus gobernantes que traicionaron la promesa de libertad.