Brigid
Era la diosa de la poesía, la sanación y el fuego. Su papel fue tan importante que en muchas ocasiones tenía una triple representación. Hoy nos vamos a adentrar en una de las figuras clave de la mitológica Celta, Brigid.
Brigit, Brigantia o Brigandú, entre otros muchos nombres con que es conocida en el mundo Celta, era hija del padre de los dioses célticos, el dios bueno Dagda, pertenecientes a los Tuatha de Danann. La madre no la conocemos a ciencia cierta, algunas fuentes apuntan que podría ser Boaan o incluso Morrigan.
Al ser la diosa del fuego, de la sabiduría, de la poesía o la inspiración, jugó un rol muy importante entre los bardos y druidas, que ostentaban el poder en las tribus. La poesía y la recitación en estos tiempos era considerado como algo sagrado, había que formarse durante muchos años para poder alcanzar el título de bardo o de poeta. Los bardos y druidas eran en sí los comunicadores entre dos mundos: el de los dioses y el de los humanos. Y la diosa Brigid, era la encargada de hacer posible el traspasado de esa barrera a través de la inspiración.
Además, Brigid, también es relacionada con la curación, la orfebrería o el ánimo de los guerreros en el combate, por lo que engloba en sí a las tres clases de la división tripartita de la sociedad: nobleza, Druidas y pueblo.
Brigid no es sólo diosa del fuego físico, sino que como figura tripartita, encarna también el fuego del sol, que trae la vida y la fertilidad de las cosechas, y el fuego de las profundidades de la tierra.
A Brigid también se la suele relacionar con la fertilidad, sobre todo con el nacimiento y los partos. Su Festividad, el Imbolc, era una de las cuatro grandes celebraciones celtas del año, que comprendería las fiestas entre el 31 de enero y el 2 de febrero.
Según algunas tradiciones, Brigid renacía en esta fechas fruto de la transformación que había realizado de su anterior figura, la Cailleach, nombre con la que sería conocida durante el invierno.
Brigit parece que estuvo casada con Bres, dios de la tribu enemiga de los Fomorianos. Con él dio a luz a Ruadán.
En su representación, ya sea sólo o en imagen tripartita, destaca la cruz swastica y la llama del fuego, que en gran parte de las ocasiones sale de su cabeza o la porta en las manos.
La vaca es uno de sus animales predilectos y simbólicos, asociado sobre todo a la leche, uno de los alimentos básicos en los fríos inviernos del norte de Europa.
Según algunos historiadores, la popularidad y culto a Brigid era tan grande, que en el momento de la cristianización la Iglesia tuvo que agregar una santa a su hagiografía con la mayor parte de sus características, Santa Brígida, para así poder contrarrestar el poder de la diosa pagana.
Pues hasta aquí amigos nuestra aventura de hoy por el mundo Celta, en próximos capítulos seguiremos profundizando en la cultura, el conocimiento y el saber.
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