Coronación Pontificia de la Santísima Virgen de Guadalupe

Un acontecimiento de gran trascendencia para la Iglesia Universal y particularmente de México, fue la Coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe, llevada a cabo el 12 de octubre de 1895 en la Antigua Basílica de Guadalupe.
Esta gran celebración fue impulsada por un gran sacerdote y misionero mexicano de gran celo apostólico: el Padre José Antonio Plancarte y Labastida, párroco emprendedor de Jacona, Zamora; formador eficiente de jóvenes; fundador del Colegio de San Luis; del Asilo de San Antonio para niñas pobres; iniciador de la adoración perpetua al Santísimo en México; constructor del Templo Expiatorio de San Felipe de Jesús; fundador de la Congregación Religiosa de las Hijas de María Inmaculada de Guadalupe; restaurador y Abad de la Colegiata de Guadalupe, y promotor de la Coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe.