Pildora Espiritual Marcos

Marcos 4:39 NVI
39 Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar:
—¡Silencio! ¡Cálmate!
El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.
En este versículo podemos visualizar el gran poder de Jesús con la naturaleza. Es inevitablemente superior a cualquier otro poder.
Si el es capaz de controlar las tormentas reales en el mar, ¿Por qué tendríamos que dudar al pensar si puede controlar nuestras tormentas?

En nuestra píldora de hoy podemos confiar que Jesús
Tiene el control de todo, al menos es lo que vemos en la escena que quiere transmitir a sus discípulos. Esta demostración de su poder ayudó un paso más a sus discípulos para que continuarán confiando en él. Si. Ellos necesitaban tal vez al igual que algunos de nosotros la demostración de que Jesús es capaz de controlar lo que nos amenaza en la vida.
Avanza en tu confianza, Jesús puede controlar lo que tú no puedes hacer.
Lo sorprendente de la escena no solo fue la orden que Jesús dió a los vientos y al mar. Sino la tranquilidad que ocurrió en sus discípulos. ¿Realmente Jesús puede dar tranquilidad al alma perturbada?
Claro que sí. Sucede cuando su voz es escuchada en medio de la tormenta.
Sigue escuchando su voz y tu alma se tranquilizará.
Que Dios te bendiga.
De la pluma del Ptr. Alfredo López Goytia