DOMINGO, 09 DE JUNIO DE 2024

Este domingo nos encontramos ante un pasaje del Evangelio según Marcos, verdaderamente singular: Jesús es acusado de estar poseído por Beelzebul y de ahuyentar demonios en virtud de su lider, cuando en realidad se presenta como aquel que lucha, vence al satanás y libera al hombre.

LA LUCHA CONTRA EL MAL

En este texto se pone en escena los parientes de Jesús, los escribas y de nuevo los parientes. Estos dos grupos no comprenden la actuación de Jesús: los parientes piensan que se ha vuelto loco, mientras que los escribas lo acusan de estar endemoniado o que es un colaborador de satanás. Los escribas afirman que es colaborador de Beelzebul, este es un término popular del lenguaje judío que sirve para indicar al satanás. Es un término que viene de la tradición bíblica, que sería «Baal-zebub», y sirve para indicar al señor = baal como señor glorioso, e indicar al «señor de las moscas», es un término idolátrico cananeo. En la piedad popular judía esta palabra ha sido deformada en Beelzebul y asume un significado peyorativo. Como se puede notar es un término popular y casi vulgar, porque decir que Jesús está poseído por Beelzebul significa conectar a Jesús con una valoración vulgar, de rechazo, considerado un colaborador del satanás. Para rechazar la acusación, Jesús utiliza una parábola con un lenguaje imaginativo, es una comparación fuerte en la cual Él se compara con uno que saquea la casa de otro. El hombre fuerte es una comparación que sirve para evocar la fuerza satánica y Jesús se califica como «el más fuerte», es decir, aquel que entra, combate y vence. Es un combate desde el exterior no es una lucha intestinal, por eso no puede ser juzgado como un colaborador del satanás porque su acción es contra el mal. Jesús anuncia una victoria y destrucción del mundo satánico.

Como hemos notado uno de los temas centrales que la liturgia quiere subrayar es el tema del drama del hombre dominado por el mal, bajo el poder del satanás, pero al mismo tiempo, evidencia cómo Jesús sea el liberador del hombre, es decir, aquel que es más fuerte que el satanás y combate contra el enemigo del hombre, lo derrota liberando finalmente la creatura humana. Jesús se presenta como el que combate contra satanás y libera al hombre de su poder. Jesús es el más fuerte justamente porque vence al satanás con la muerte en cruz y supera el poder satánico. Decir que Jesús es amigo del satanás significa cerrar los ojos y no ver la realidad.

Hno. Naudy Mogollón, SSP.

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