En el corazón de la tradición cisterciense, la Profesión Solemne marca un hito trascendental en la vida de un monje. Tras un intenso camino de discernimiento y formación, el hermano se prepara para consagrarse a Dios de manera definitiva, abrazando la vida monástica en toda su plenitud.
Un Llamado a la Reflexión Profunda
Concluido el período de profesión temporal, el aspirante a la profesión solemne emprende un viaje interior de profunda reflexión. Con madurez y serenidad, examina su vocación, sopesa la magnitud del compromiso que está a punto de asumir y medita sobre las implicaciones de entregar su vida al servicio de Dios y la comunidad monástica.
Un Acto de Voluntad Libre y Consciente
Movido por una convicción inquebrantable, el hermano solicita al Abad la gracia de realizar la Profesión Solemne. Este acto, lejos de ser una mera formalidad, representa la culminación de un proceso de discernimiento personal y una decisión libre y consciente, tomada con plena lucidez y absoluta convicción.
El Consentimiento de la Comunidad
La decisión del Abad no es unilateral. Requiere del consentimiento del Capítulo Conventual, la asamblea de hermanos que conforman la comunidad monástica. Juntos, evalúan la idoneidad del candidato, asegurándose de que posee la madurez espiritual, la fortaleza moral y el compromiso genuino necesarios para emprender este camino de entrega total.
Renunciando a los Bienes Terrenales: Un Desprendimiento Radical
Al abrazar la Profesión Solemne, el monje renuncia a la posesión de bienes materiales. Esta decisión simboliza un desapego radical de las riquezas mundanas y un compromiso total con la pobreza evangélica. Si posee bienes o tiene derecho a recibirlos, debe distribuirlos entre los más necesitados o destinarlos a otros fines nobles, de acuerdo con las normas establecidas por la Iglesia.
Un Compromiso Perpetuo: La Esencia de la Profesión
En el momento cumbre de la ceremonia, el hermano pronuncia la fórmula de profesión, comprometiéndose solemnemente a vivir en estabilidad, conversión de costumbres y obediencia hasta la muerte, según la Regla de san Benito Abad. Esta entrega total a Dios y a la comunidad monástica se convierte en el eje central de su existencia, transformando radicalmente su relación con el mundo y consigo mismo.
Bendición y Reconocimiento: Un Ritual Solemne
Tras cantEl Ritual de la Orden marca el protocolo a seguir durante la ceremonia de bendición del monje, un acto solemne que ratifica la incorporación definitiva del profeso a la comunidad cisterciense.
La imposición de la cogulla
La cogulla, prenda distintiva del monje cisterciense, simboliza la vida ascética, la igualdad en Cristo, la muerte al mundo y el nacimiento a Dios, el compromiso con la Regla de San Benito y un recordatorio constante de su vocación. Su colocación en el Rito de Profesión Solemne marca un hito trascendental en su camino de fe, sellando su entrega a Dios y su integración a la comunidad cisterciense.
Acogida Fraternal y Apoyo Mutuo
La comunidad monástica recibe al nuevo profeso con los brazos abiertos, brindándole el calor del amor fraterno y el apoyo incondicional que necesita para perseverar en su camino de fe. Los hermanos y hermanas se convierten en una familia espiritual que acompaña al nuevo miembro en su proceso de crecimiento y madurez espiritual.
Bendición y Reconocimiento: Un Ritual Solemne
Tras cantar tres veces la aclamación "Recibeme Señor según tu palabra y viviré....". El Ritual de la Orden marca en el protocolo a seguir durante la ceremonia la bendición del monje, un acto solemne que ratifica la incorporación definitiva del profeso o profesa a la comunidad cisterciense.
Notificación al Párroco: Un Vínculo con las Raíces
El Abad notifica la Profesión Solemne al párroco del lugar de bautismo del nuevo profeso, estableciendo un puente entre la vida anterior del monje y su nueva identidad en la Orden Cisterciense.
Incorporación Definitiva: Un Nuevo Horizonte
A partir de la Profesión Solemne, el hermano se integra plenamente a la Orden, adquiriendo todos los derechos y responsabilidades que conlleva ser miembro de la comunidad cisterciense. Se convierte en parte integral de una familia espiritual que ha consagrado su existencia a la búsqueda de Dios y al servicio del prójimo.
Conclusión: Un Viaje de Transformación
La Profesión Solemne es un hito trascendental en la vida de un monje cisterciense. Es el culmen de un viaje de transformación interior, un compromiso radical con Dios y un nuevo comienzo en el seno de una comunidad fraterna. A partir de este momento, su vida estará dedicada a la búsqueda de la santidad, la oración y el servicio, siguiendo las huellas de San Benito y los valores ancestrales de la Orden Cisterciense.
Video y edición cortesia de: Marlyng Capellán
Profesion Solemne Fr. Mario Ma. Mora, OCSO & Fr. Agustin Rivera, OCSO
Monasterio Cisterciense Santa María del Evangelio
Jarabacoa
La Vega, Rep.Dom.
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