Esta es cómo Santa María guió a los romeros que iban a su iglesia a Soissons y erraron de noche el camino.
"Así como a los que van por el mar los guía la estrella, también a los suyos viene a guiarlos Santa María."
Porque Ella nos va a demostrar cómo hemos de guardarnos del demonio y del mal obrar, y cómo por ello ganaremos su Reino, que no tiene par y que perdimos por doña Eva, que cayó en el error por su gran locura.
Y además, nos socorre aquí, en las grandes angustias, que de continuo pasamos, según bien sé y oí, porque he visto a muchos hombres y mujeres a quienes Ella acudió así, de noche y de día.
Y, según he oído decir, una gran multitud de romeros pudieron salvarse, en una vasta montaña, en la que se habían extraviado, con extraña angustia, porque oscureció y perdieron el rumbo.
Y, aparte de esto, tenían, en sus corazones, un miedo enorme, mortal, porque andaban ladrones, por allí, haciendo mucho mal; por ende hicieron todos sus oraciones, sin más, cada uno como sabía, y, llamando a la Madre de Dios, como es nuestra costumbre, para que diese al olvido las quejas contra sus pecados, pronto vieron una gran luz, y dijeron: "Ay, Señora, aún somos tus hijos."
Y en aquella luz vieron entonces una mujer muy bella de cuerpo y de facciones, que les pareció como una doncella, pero no estaba sentada en una silla, sino que tenía en la mano un bordón que resplandecía.
Y, cuando llegó la doncella, iluminó con su luz todas aquellas montañas; y, luego, llevó derechamente hacia Soissons a todas aquellas gentes y las guió por tierras desconocidas, a salvo, como quien podía hacerlo.
This is how Holy Mary guided the pilgrims, who were going to Her church at Soissons (This is a city in de department of Aisne, France) and lost their way at night.
"Just as the star guides those who go by sea, Holy Mary guides Her faithful."
For She will show us how to defend ourselves from the devil and from evil ways and how to win Her kingdom which has no equal, which we lost through Eve, who erred in her great folly.
She also comes to our aid here in the great tribulations which we suffer, as I have heard and know to be true. I have seen many men and women whom She aided thus, be it by night or day.
I heard that She rescued a large company of pilgrims who had become lost, to their distress, in rugged mountains, because darkness overtook them and they strayed from their path.
Moreover, they were mortally afraid because robbers wandered about in that place committing many crimes. Therefore, they all said fervent prayers, each as best he could.
They called on the Mother of God, as is our custom, to forgive them for their grievous sins. At once those pilgrims saw a bright light and said: "Oh, Lady, we are ever your own."
Within that bright light they then saw a woman, very beautiful of form and features, who appeared to them to be a young maiden. Although She was not seated on a throne, She held in her hand a resplendent scepter.
When the maiden appeared, all those mountains glowed with Her bright light, and soon She guided the company straight to Soissons. She led them through many strange lands as one who well knows the way.
Music: Schola Cantorum Basiliensis
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