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Relaciones sexuales incluso después de los 60 años...
Hoy vamos a abordar un tema importante y muchas veces rodeado de tabúes: la vida sexual en la vejez. Hablemos de los cambios, los desafíos y, lo más importante, de cómo mantener una vida sexual sana y satisfactoria incluso después de los 60 años. ¡Quédate con nosotros hasta el final! No olvides darle me gusta, compartir este contenido y dejar tus preguntas o comentarios a continuación. Su interacción es muy importante para que podamos seguir trayendo información valiosa como esta. Ahora, sin más preámbulos. La sexualidad es una dimensión natural de la vida humana y desempeña un papel esencial en la salud física y emocional, especialmente durante la edad adulta, cuando el sexo se reconoce ampliamente como parte de un estilo de vida equilibrado. Sin embargo, a medida que pasan los años y nos adentramos en la vejez, el tema se ve rodeado de tabúes y prejuicios. Este cambio de percepción puede generar dudas, inseguridades e incluso impedir a muchos pacientes mayores de 60 años tener una vida sexual activa y satisfactoria. A pesar de la edad avanzada y sus consecuentes cambios en el cuerpo, es posible adoptar algunas prácticas para mantener una vida sexual activa en la vejez. En este artículo te presentaré 7 consejos que te ayudarán a preservar tus relaciones sexuales incluso después de los 60 años. ¡Síguenos! Sexo en la vejez: ¿qué cambios en la vida sexual? Entre los 45 y los 50 años, el cuerpo del hombre pasa por lo que llamamos andropausia, también conocida como “menopausia masculina”. Este período de la vida está marcado por una disminución de los niveles de testosterona en el organismo, que, entre otras complicaciones, puede afectar la vida sexual del paciente. Como la testosterona es la principal hormona sexual masculina, una caída en su producción puede afectar considerablemente la vida sexual de un hombre. Los principales cambios que se pueden notar incluyen eyaculación retardada, disminución de la libido, capacidad de respuesta sexual, nivel de comodidad y capacidad para obtener y mantener una erección. Además, medicamentos como los antihipertensivos, bastante comunes en la vejez, pueden tener efectos negativos en el sexo después de los 50 años. Estos medicamentos actúan directamente sobre el riego sanguíneo, dificultando la vasodilatación necesaria para lograr la erección. Los cambios en la vida sexual de los pacientes de edad avanzada también pueden verse influenciados por factores que incluyen los efectos físicos de la enfermedad, el estrés psicosocial y los cambios en su salud mental y emocional. ¿Cómo mantener activo el sexo en la vejez? A pesar de los cambios que se producen en el cuerpo de un hombre, la llegada de la edad no es motivo para dejar de lado su vida sexual. Al contrario: la sexualidad es un factor importante para una vida sana. Con los consejos adecuados, es posible mantenerse sexualmente activo. ¡Descubre lo que puedes hacer! La energía de nuestro cuerpo a los 60 no es la misma que la de alguien a los 20. A medida que envejecemos, nuestro pico de energía tiende a disminuir gradualmente. Y como las relaciones sexuales requieren buena energía, el consejo es practicarlas cuando se esté de buen humor. Por tanto, adaptar el horario para tener relaciones sexuales puede ser una forma de preservar el sexo en la vejez. En la vejez, los hombres pueden necesitar más estimulación para lograr una erección. Por tanto, no tengas prisa por tener relaciones sexuales con penetración. Estimular el pene antes de la relación sexual, ya sea solo o con ayuda de la pareja, ayuda a facilitar la erección, además de mejorar el estado de ánimo antes de la propia relación sexual. Un ambiente cómodo, tranquilo y sin interrupciones también ayuda en este momento. Generalmente los pacientes ancianos mantienen una relación sexual con su cónyuge, es decir, con quien mantienen una relación estrecha y cómplice desde hace muchos años. En la vejez, valorar el cariño que se tiene con la pareja también puede favorecer las relaciones sexuales. Por eso, una conversación agradable, buenos recuerdos y una intimidad única entre la pareja pueden ayudar a despertar el deseo sexual en la vejez.