Abinadí testifica de Jesucristo | Mosíah 11–18

Un gobernante del Libro de Mormón llamado rey Noé conduce a una parte de su pueblo a rebelarse contra Dios. El rey reemplaza a los sacerdotes justos con otros que no guardan los mandamientos de Dios. El pueblo debe pagar tributo para dar sustento al rey y sus sacerdotes.

El profeta Abinadí advierte al pueblo que debe arrepentirse. Si no se arrepienten, los lamanitas tomarán posesión de la ciudad y los reducirán al cautiverio. El rey Noé y sus sacerdotes se enojan y tratan de matar a Abinadí, pero Dios lo protege. Abinadí continúa declarando el mensaje que Dios tiene para ellos.

Abinadí dice que la ley de Moisés señala al Mesías, Jesucristo, que vendrá al mundo a redimir a Su pueblo. Luego, Abinadí les enseña a guardar los Diez Mandamientos y a buscar la salvación en Jesucristo. Alma, uno de los sacerdotes del rey, cree y defiende a Abinadí. Esto hace que el rey y sus sacerdotes se enojen aún más y Alma tiene que escapar de los guardias del rey.

El rey ordena que Abinadí sea quemado en la hoguera. Abinadí profetiza que el rey Noé morirá de la misma manera.

Alma escapa de la ciudad y enseña en secreto. Mucha gente cree el testimonio de Alma y decide arrepentirse y bautizarse en las aguas de Mormón.

Basado en Mosíah 11–18.

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