Pontevedra Romeria de San Benito de Lérez

En la escritura que se conserva en el Archivo Histórico Nacional, aparece la donación otorgada por el Rey Ortuño II y su esposa Elvira a favor del Abad Guntado, a quien el Rey llama fundador del Monasterio, de un territorio llamado Spinareto, proximo al río Lérez, cerca del castillo de Citofacta, ubicado en el Salnés.
El citado Rey, dona al Monasterio diversos objetos religiosos y una Regla de San Benito.
El padre Yepes da como fecha de fundación el año 886 y el Padre Flórez entre 915 y 916. Sea cual sea la verdadera, el Monasterio de Lérez fue fundado en el siglo IX o principios del X.
El Monasterio de Lérez como la mayoría de los Monasterio gallegos fue reformado y ampliado en distintas fechas, del Siglo XVI se conserva la escalera,el patio un ala del Claustro. en uno de sus pasadizos hay una fecha de 1631.
Contaremos su historia en breve, pero hoy queremos dedicarlo a la Romería.

Cientos de personas se acercaron ayer al Monasterio de Lérez y a la playa fluvial para celebrar el día de San Benitiño, el santo conocido como el "máis milagreiro".
Parecía que a primera hora de la mañana el mal tiempo iba a arruinar esta fiesta, pero finalmente el sol salió para alegría de todos. En la parroquia de Lérez, ya desde muy temprano los devotos del santo se acercaron para llevarse el famoso aceite curativo del santo y hacer sus donaciones. Huevos, aceite, e incluso gallinas, que posteriormente serán vendidos para recaudar dinero para la parroquia.
Los devotos hacían cola para retirar el milagroso aceite ya que la tradición dice que cura las verrugas y enfermedades de la piel. El interesado sólo tiene que aplicárselo durante nueve días y el problema estará resuelto. Su composición es muy sencilla: aceite quemado con "mariposas" (pequeños trozos de corcho) en una lámpara de cobre y bendecido por el cura. Mucha gente llevaba su propia botella para rellenar con el aceite santo, pero para los despistados, también se podía adquirir allí unas pequeñas botellitas por 50 céntimos.
Pero no es la única tradición, la de hacerse con el aceite, también hay que pasar tres veces por debajo del santo para que se cumplan los ruegos al santo, mientras que dentro del monasterio los fieles cuentan con dos libros donde anotan sus peticiones y sus agradecimientos.
Cerca de las dos de la tarde salía ya la procesión, con la figura del santo, rebosante de dinero.
Fuente Faro de Vigo.