LAGRIMAS // HABAK SPLIT

12 hour days, mandatory overtime
all my time, i spend it working
No time for family, no time for friends
Working for profit, that I’ll never see
Racist city leaders, mock us with their jokes
My landlord wants more money,
Or wants me out
Prices have doubled, but i make the same
nothing to hope for, I’m fucking miserable
If I stop working I will not survive

Illusion of success
Presented to the rich
The Olympics, the World Cup, new stadiums, more budgets
They hire more cops, rent goes up
And enact laws, we get pushed out
For the rich, and the tourists
They hire more cops, rent goes up
And enact laws, we get pushed out
For the rich, against the homeless
We are dangerous, the need to be scared of us
White and rich people have kicked us out of our homes
We are dangerous, they need to be scared to come here
Our poverty is a crime

Move to America
with a promise of a better life
Language Barriers, no resources
I’m illegal, I don’t deserve this life
My job employs me because
they pay me less than anyone
They know they’re exploiting me
They call it a success
My job employs me because
they pay me less than anyone
They know they’re exploiting me
They know I have no choice


I grew up in this city
This is my home
Soon I will not be able to live here
I can’t afford it
The day we can be employed without paying away half of what we produce.

Gentrification will push our people out
Colonized our spaces and look down on us
Treat us like criminals, stereotype our people
We are not the problem, we are not to blame
I grew up in this city, this is my home
But I can’t afford it.

Reivindico mi soledad y mis tristezas. Expropio mi descontento y las consecuencias de ejércelo cotidianamente. Vivo el duelo diario de quien se sabe en la derrota.
He visto cómo se expande el desierto, la ruina y la miseria existencial. Poco más que el descanso se puede anhelar en el imperio de la nada. El momento llegó hace bastante tiempo, el cansancio era tan profundo y el entretenimiento tan abrumador que no supimos verlo.
Agentes de la normalidad expertos en simular que todo está en calma mientras son pocxs lxs que aún logran contener los nervios, la ansiedad y el llanto. Nos corresponde sembrar el caos como quien quema las naves convencido de que no hay a donde volver.
“El enemigo no tiene la inteligencia de las palabras, el enemigo las pisotea. Las palabras anhelan su lugar. La felicidad nunca ha sido sinónimo de paz. Es preciso hacerse una idea ofensiva de la felicidad.
La sensibilidad ha sido durante mucho tiempo una mera disposición pasiva al sufrimiento, ahora tiene que devenir el medio mismo del combate. Arte de convertir el sufrimiento en fuerza.
La libertad no tiene nada que ver con la paciencia, más bien es la práctica en acto de la historia. Inversamente, las “liberaciones” no son sino el opio de los malos esclavos. La crítica nace de la libertad, y le da a luz.” (Tiqqun, 1999)

En la huelga de los acontecimientos
La satisfacción de conocer lo que genera mi descontento se diluye por mi incapacidad de hacerle frente, por saberme insuficiente e insignificante respecto a un monstruo que no para de avanzar destruyendo todo a su paso.
Precipitaremos el acontecimiento en las áreas grises, carecerá de espectacularidad, de actos heroicos. Nuestro incendio será apenas una chispa, tan potente como para calentar las manos y el pecho de quienes nos acompañan en este viaje tortuoso.
Esto no es un llamado a autoengañarnos, es una invitación a habitar los márgenes alegremente, a aprovechar las grietas del sistema y a buscar los dispositivos que nos permitan convertir la frustración en una pasión creadora. Es un recordatorio de que expandir el desierto ya es la labor del enemigo y que es inútil descubrir la profundidad del abismo.
Innumerables razones para el hastío, hemos aprendido a habitar lo inhabitable.
¿Cómo no soñar con venganza? si nos despojaron de la vida, si todo a nuestro alrededor nos recuerda lo miserable de lo cotidiano, seguimos encontrándonos con quienes comparten la idea de que aún existen mundos por construir fuera del de lxs adaptadxs.
"No quiero ir nada más que hasta el fondo"
¿Cuánto tiempo tendría que estar condenado a este bloque de cemento para creer que el mar no me constituye? Aberrante como creer que las montañas y el viento no modifican sus formas al encontrarse o que el lobo podría existir sin los bosques que recorre y transforma al andar.

El individuo civilizado es el triunfo de la subjetividad occidental. La miseria existencial es pensar en individuos atomizados, independientes el uno del otro, capaces de sobrevivir entre paredes, vinculados únicamente por el intercambio mercantil.
La catástrofe ya es cotidiana, nos pasa por encima todos los días y se puede percibir en cada rincón de la metrópoli.
Y yo tampoco quiero ir nada más que hasta el fondo.

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