El origen de Cuti Romero, el central de la Scaloneta: el niño tímido que jugaba a la pelota al 200%

¿Dónde empezó la historia de Cristian Gabriel Romero con la pelota?

Victor “Quito” Romero, su papá, dice que todo se inició en los baldíos de tierra donde jugaba al fútbol con sus primos. En esa geografía del barrio Rivadavia anexo, al sur de Córdoba capital, Cristian pasaba horas pateando una pelota. Rosa González, su mamá, recuerda que el nacimiento de su tercer hijo llegó con un “embarazo complicado” y tenía motivos: Cristian pesó 4 kilos y 250 gramos. Aldana, su hermana, sonríe y dice que de chica, en vez de decirle Cristian, balbuceaba y le salía “Tuti”, a veces “Cuti” … El apodo sobrevivió y le dio identidad.

La de Cristian Cuti Romero es también la historia de una persona tímida, casi invisible fuera de una cancha de fútbol. El hombre que impone su presencia en cada partido es alguien que disfruta de pasar inadvertido, que en voz baja diseñó su propio sueño: vivir del fútbol. Su infancia estuvo acompañada de una pelota: en esas escenas se lo veía jugar con todos sus primos. Con preocupación, su papá le repetía que jugara despacio. “Le decía que no se juntara con los primos más grandes porque lo podían golpear”. Cuti jamás hizo caso, lo suyo iba por otro lado. “Le gustaba ir fuerte, como va ahora. Después fue creciendo y se te vienen aquellas imágenes a la cabeza”, confiesa papá Quito, de sonrisa fácil y que aún permite emocionarse al recordar esos momentos.

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