Una noche de navidad, en la casa de una familia de mucho dinero, se apareció un ángel y luego de presentarse le dijo a la dueña de la casa:
- Tengo grandes noticias para usted, esta noche el Señor Jesús vendrá a su casa a visitarle.
La mujer se emocionó mucho con lo que el ángel le dijo, estaba entusiasmada, nunca imaginó que algo así pasaría en su casa, era un milagro.
Ese día hizo el mayor esfuerzo para preparar la cena perfecta para el Señor Jesús.
Cuando todo estaba listo y servido, el timbre de la casa sonó.
Era una mujer con la ropa sucia y con el vientre que demostraba un embarazo.
- Buenas noches señora, ¿tendrá algunas monedas con las que pueda ayudarme? Como verá, estoy embaraza y estoy en busca de trabajo.
La mujer de la casa, seriamente respondió:
- Esta no son horas para molestar, vuelva otro día, hoy estoy ocupada con la cena para una visita muy importante.
La pobre mujer se fue decepcionada.
Mas tarde llamó a la puerta un hombre con la ropa muy sucia.
- Disculpe señora, mi camión se accidentó a unas calles de aquí, ¿por casualidad tendrá una caja de herramientas que pueda prestarme?
La mujer, muy irritada por la interrupción, respondió:
- ¿Acaso cree que esto es un taller mecánico? Estoy ocupada, deje de importunar y no ensucie mi entrada con sus zapatos llenos de grasa.
La mujer azotó la puerta y continuó con los preparativos.
Al rato, mientras terminaba los últimos detalles, la puerta sonó, la mujer se dirigió para abrir muy emocionada, pero no era Jesús, era un niño harapiento que parecía vivir en la calle.
- Señora, tengo mucha hambre, ¿podría darme un plato de comida?
- No podemos darte nada, aun no hemos cenado, vuelve mañana temprano y te daré unas sobras.
Finalmente, todo estuvo listo y la familia se sentó en la mesa a esperar a Jesús.
Pero las horas pasaron y no llegaba la esperada visita, después de todo, el hambre los venció, así que empezaron a comer.
La hora de dormir llegó y todos fueron a la cama.
Por la mañana, la mujer se sorprendió al ver de nuevo al ángel.
- Pero mira a quien tenemos aquí, es el ángel de las mentiras, lo preparé todo con esfuerzo y esperamos toda la noche, pero Jesús nunca vino. ¿Te parece gracioso hacer esa clase de bromas?
El ángel, con una sonrisa, le respondió:
- Yo no te mentí, fuiste tu quien no tuvo ojos para ver.
La mujer lo miró confundida y el ángel continuó hablando:
- Jesús estuvo aquí en tres ocasiones, vino con aquella mujer embaraza, luego con aquel camionero accidentado y finalmente vino con un pequeño niño hambriento. Pero usted no pudo ser capaz de reconocerlo y recibirlo.
Aprendamos a reconocer a Jesús cuando toque a nuestra puerta.
Escrito original por Lili1623
Narración: Liliana Gonzalez
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Música:
Kevin MacLeod (incompetech.com)
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