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¿Quién podría imaginar ver a Raúl Velasco diciendo estas palabras? Nadie ¿verdad? El mexicano en los 70 y 80 era el hombre más poderoso de la televisión, el intocable. El que podía hacer y deshacer carreras solo con estas palabras...
Puso en aprietos a los hoy artistas más reconocidos de habla hispana: Ana Gabriel, Ricardo Montaner, Thalía, Joan Sebastian, Alaska, Pandora y Enrique Iglesias; sin embargo, fueron Luis Miguel, Camilo Sesto y Juan Gabriel, los que le dieron una gran lección de vida, tanta que hasta tuvo que humillarse y rogar hasta las lágrimas para que fueran a su programa que ya para 1998 estaba de capa caída.
Camilo Sesto fue de lejos, una de las estrellas mundiales, que más popularidad le ha dado al programa de Siempre en Domingo. Sus canciones, su porte, su voz y su calidez, hicieron que sus fanáticas no se pudieran controlar y se le tiraran encima en plena presentación de 1982.
Era un desorden absoluto. La seguridad humana que se había colocado para controlar a las fanáticas no era suficiente. Fueron empujadas y se le abalanzaron encima a Camilo Sesto. Raúl Velasco veía cómo todas llevaban carteles con su nombre, con su foto y las calificó de "alborotadoras". Su set estaba en total dominio del español y no lo pensaba permitir en una siguiente presentación.
Sí, así como lo escuchas. A Raúl le importó poco la fama de Camilo y cuando volvió a presentarse no permitió el ingreso de sus seguidoras, haciendo que el español tomara una decisión controversial: Si mis chicas no entran, entonces yo tampoco, fueron las palabras que usó el cantante para enfrentarse al presentador.
Por varios minutos, Velasco no sabía que hacer, si imponer su poder como siempre o comerse su orgullo y ceder por Camilo Sesto, al final optó por lo segundo.
La única condición que se visibiliza en el video, es la ausencia de carteles y fotografías. Y es que, Raúl Velasco para dejarlas ingresar pidió que se deshacieran de todo aquello que incitara el alborto. No obstante, el conductor no podía irse sin su revancha y en vivo, trató de ridiculizar a Camilo Sesto por un complemento que llevaba en el cuello, lo que no imaginó fue la respuesta que le daría.
Asimismo, con la ironía que lo caracteriza, Camilo trató de ponerle humor a su vestimenta y no permitir que Raúl Velasco opacara su estilo.
Raúl Velasco tuvo que hacerse 'chiquito' para no perder ese vínculo con Camilo Sesto; sin embargo, no todos corrieron la misma suerte, sino que te lo cuente Enrique Iglesias.
Fue la cachetada que protagonizó Raúl Velasco y desató un escándalo en el Festival Acapulco 1996. El conductor quien tenía años organizando y presentando el evento, no tenía ni la menor intención de permitirle a los artistas hacer lo que quisiera. Su nombre y su reputación estaba en juego y no se la iba a pasar a nadie, así fuese el hijo de Julio Iglesias.
Resulta que Raúl, con la experiencia que lo caracteriza, ya avizoraba una tragedia en el festival por el anuncio de Enrique Iglesias. Las fans estaban enloquecidas y rompiendo las vallas de seguridad. El conductor al ver la situación pidió que el español saliera a escena para evitar una catástrofe y en vez de entender el momento, su manager se negó aduciendo que él cerraría con broche de oro.
La discusión se salió de control cuando el manager siguió negándose, pese a las razones de Raúl Velasco. Al final el conductor terminó lanzándole un bofetón.
No sabemos si el manager se lo regresó, lo cierto es que Enrique Iglesias sí apareció en escena por pedido de Raúl Velasco. Incluso habló del incidente con un abrazo fraterno limando asperezas de lo ocurrido tras bambalinas.
Si creías que Raúl solo se le venía encima a los varones, te equivocas. Ni las artistas mujeres se salvaron de sus crueles comentarios como la española, Alaska.
En la actualidad, Raúl Velasco habría sido tendencia y presa de los movimientos "Me too" por este desafortunado comentario en cuanto a la vestimenta de Alaska, pero esto que le dijo, no fue ni siquiera la sombra de lo que llegaría después.
Otra habría llorado o balbuceado al escuchar estas palabras, pero Alaska decidió responderle e indicó que no deberían juzgar a las personas por su vestimenta, sino por sus acciones.
Ni siquiera, su engreida Yuri y, con quien dice mantuvo un romance detrás de cámaras, se salvó de los crueles comentarios del poderosos conductor de los domingos.
A Raúl no le cayó nada en gracia que Yuri decidiera seguirle los pasos a la 'reina del pop', Madonna en cuanto a su estilo y forma de vestir. En ese tiempo los corset y las transparencias estaba muy de moda.
En esa presentación se puede ver como el conductor se acerca, le da un abrazo mientras se despide de su público, ambos sonríen sin contratiempos, pero cuando se apagan las luces es cuando la intérprete de "El espejo" recibe tamaña reprendada como Isabel Lascurain de Pandora.
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