La Tefilá - oración- es el vínculo que une al Soberano y Eterno Creador del Universo con su pueblo y depositario de sus promesas Israel. La persona que se dirige a Dios se eleva y se acerca a Él y Él se acerca a todo aquel que anhela ascender a su presencia. De este acercamiento se produce el apego del hombre con su Creador.
La Tefilá tiene el valor de los korbanot (sacrificios). Estos eran realizados en el Gran Templo de Jerusalem (Bet Hamikdash) y no es permitido llevarlos a cabo en otro lugar, por lo que se han reemplazado por la Tefilá, como en Hoshea 14,3: "Reemplazaremos los sacrificios por nuestros labios".
Hebreos 10 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011
1 Porque, siendo que la Torah tiene sólo una sombra de los bienes venideros y no la imagen misma de estas realidades, nunca puede, por medio de los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente de año en año, perfeccionar a los que se acercan.2 De otra manera, habrían dejado ya de ofrecerse. Porque los que ofrecen este culto, una vez purificados, ya no tendrían más conciencia de pecado.3 Sin embargo, cada año se hace memoria del pecado con estos sacrificios,4 porque la sangre de los toros y de los cabros no puede quitar los pecados.5 Por lo tanto, al entrar en el mundo, el [Mashíaj] dice: “Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo.6 Ofrendas quemadas y sacrificios por el pecado no te agradaron;7 entonces dije: ‘Aquí estoy para hacer tu voluntad, oh Elohim’, como en el rollo del libro está escrito de mí.8 Primero dice: ‘Sacrificios y ofrendas, ofrendas quemadas, y ofrendas por el pecado no quisiste ni te agradaron’ (cosas que se ofrecen según la Torah),9 y luego añade: ‘¡Aquí estoy para hacer tu voluntad!’” El quita lo primero para establecer lo segundo.10 Es por esa voluntad que quedamos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Yahoshúa el Mashíaj, hecha una vez para siempre.11 Todo sacerdote se presenta, día tras día, para servir en el culto y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados.12 Pero éste, después de ofrecer un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la diestra de Elohim,13 esperando de allí en adelante “hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies”.14 Porque con una sola ofrenda (Korban) ha perfeccionado para siempre a los santificados.15 También el espíritu de santidad nos da testimonio, porque después de haber dicho:16 “Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días –dice YHVH– pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré”,17 añade: “Nunca más me acordaré de los pecados e iniquidades de ellos”.18 Pues donde hay perdón de pecados, no hay más ofrenda por el pecado.19 Así que, hermanos, siendo que tenemos plena confianza para entrar al Santísimo por la sangre de Yahoshúa,20 mediante el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo (es decir, su cuerpo),21 y siendo que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de YHVH,22 acerquémonos con corazón sincero, con la plena certidumbre de la fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.23 Retengamos firme la esperanza que profesamos, sin vacilación, porque fiel es el que hizo las promesas.
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