77 Escuela Dominical; Un amor verdadero no se irrita ni busca venganza: Dios es amor.

“El amor… no se irrita…”
En octavo lugar, el amor no se irrita, o como lo traducen otras versiones de la Biblia no se enoja fácilmente. El término griego utilizado aquí para irritar es paraxúno (παροξύνω) y describe a una persona que es propensa a la ira, es decir, que se enoja fácilmente. El enojo es común en los seres humanos y en el griego hay dos términos que se usan generalmente para referirse a este sentimiento. La primera palabra que aparece en el Nuevo Testamento es orgé (ὀργή) que significa enojarse. La segunda palabra es zumós (θυμός) la cual puede definirse como ira, y a diferencia de orgé indica
una condición más agitada de los sentimientos, una explosión de ira debido a la indignación interna llegando incluso a la venganza. Sentir enojo no es malo del todo, lo malo es llegar a la ira la cual puede llevarnos a la venganza.
El enojo o la ira de Dios
En el caso de Dios en específico, debemos considerar que la ira de Dios no es
una emoción impulsiva como la ira humana, sino una expresión de su justicia y santidad
frente al pecado. En este sentido, la ira de Dios es una respuesta a la maldad y no un
estado emocional cambiante.
Salmo 7:10-13; Isaías 13:9-13; Nahúm 1:2-3; Juan 3:36;Romanos 1:18; Efesios 5:5-
7; Colosenses 3:5-7; Apocalipsis 6:16-17. Apocalipsis 14:9-11.
La Biblia describe la ira en el ser humano como algo que puede ser destructivo y
conducir al pecado sino se tiene el control.
Salmos 37:7-9; Jacobo (Santiago) 1:19-21; Efesios 4:26-27; Proverbios 29:11;
15:18; Eclesiastés 7:9; Colosenses 3:8.
Diferencias Entre la Ira de Dios y la Ira Humana:
1. Justicia vs. Impulsividad: La ira de Dios es justa y una respuesta a la maldad y el pecado; no
es impulsiva ni caprichosa. En cambio, la ira humana a menudo es impulsiva y basada en
emociones momentáneas o en el ego.
2. Control vs. Falta de Control: Dios es "tardo para la ira" y su enojo está controlado y con
propósito. La ira humana, sin embargo, puede ser descontrolada y llevar a comportamientos
destructivos.
3. Resultado de la Ira: La ira de Dios tiene como objetivo restaurar la justicia y corregir el mal,
mientras que la ira humana a menudo lleva al conflicto, el dolor y la injusticia.
4. Paciencia y Misericordia: A pesar de su ira, Dios ofrece perdón y misericordia a través del
arrepentimiento y la fe. En la ira humana, a menudo falta la disposición para perdonar y ser
misericordioso.
Ahora bien, en (1Corintios 13:5) Pablo utiliza la palabra paraxúno, la cual nos habla de
alguien que fácilmente se enoja y actúa explosivamente. Como creyentes debemos buscar la
forma de no ser reactivos, de no permitir que el enojo nos controle y nuestras acciones
respondan a nuestras emociones, porque el verdadero amor no se enoja fácilmente y mucho
menos buscar la venganza. Los creyentes son llamados a emular la paciencia y el autocontrol
divinos, y a evitar la ira que lleva al pecado.

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