Lord Chesterfield. Philip Dormer Stanhope, 4º Conde de Chesterfield (22 de septiembre de 1694 -- 24 de marzo de 1773) fue un estadistabritánico y hombre de letras, famoso por las Cartas a su hijo, recopilación de la correspondencia que mantuvo con su hijo natural.
Cartas a su Hijo. Lord Chesterfield.
Leer a Lord Chesterfield es como darse un baño de realidad. Chesterfield quería que su retoño brillara en la política y la diplomacia, por lo que puso todo su empeño en adiestrarle para este fin.
Como educador, Chesterfield es un tipo pragmático. Está muy bien estudiar, acumular conocimientos y todo lo demás, pero así no es como se llega a ser estimado por los otros. Lo principal, para un muchacho joven que se abre camino, es justamente lo secundario.
¿Tuvo éxito? En la introducción, Marc Fumaroli nos cuenta que el joven Philip salió mediocre. Carecía de elocuencia. No tenía los refinadísimos modales que le habían querido inculcar. Para colmo, contrajo matrimonio a espaldas de su progenitor con una mujer que no pertenecía a su clase.
Pongan a un lado a una persona inteligente, trabajadora, honrada, pero gris, junto a otra superficial, simpática y chispeante. Apuesten quién ganaría en un concurso de popularidad. Francisco Martínez Hoyos
o Cualquier tontería, con tal de que sea dicha con elegancia, esté bien adornada y sea expresada con gracia, obtendrá más éxito que la más sensata, pero tosca y sin afeites, argumentación.
Lord Chesterfield se había propuesto hacer de su hijo un hijo modelo, un perfecto dechado, un hijo que fuera ejemplo de perfecciones y virtudes y que por eso mismo tuviera la figura y elegancia de un caballero y los talentos de un consumado estadista. Con este fin vigilo su educación con la mayor solicitud y se esforzó sobre manera para que se cultive verdaderamente su hijo.
Lo deprimente y curioso de todo esto es que Lord Chesterfield que se había esmerado tanto en educar a su hijo vino a saber después de la muerte de este (el hijo falleció en 1768, cinco años antes del deceso de su progenitor) de que su hijo diez años antes se había casado secretamente y que dejaba viuda con dos hijos. Más tarde Lord Chesterfield conoció a la viuda y conoció a los dos hijos.
Lord Chesterfield había obrado rectamente, derechamente con su hijo sin misterios ni ocultamientos con una absoluta transparencia, basta ver las cartas, pero había pues arado en el desierto. Para que sirvió tanta educación, para que tantas enseñanzas y para que esa pertinente inculcación de valores.
Las cartas manifiestas una gran franqueza:
Lord Chesterfield declara abiertamente que el amor que le profesa a su hijo es un amor condicionado.
• "TE AMARE EXTREMADAMENTE MIENTRAS LOS MEREZCAS, PERO NINGÚN MINUTO MÁS SI DEJAS DE MERECERLO"
• "TEN PRESENTE QUE EL VERANO PRÓXIMO DEBO VERTE EN HANOVER Y QUE ESPERO PERFECCIONES Y SI NO LOS ENCUENTRO O POR LO MENOS ALGO QUE SE VAYA ACERCANDO NO ESTAREMOS BIEN TÚ Y YO JUNTOS, TE DISECARE, Y TE ANALIZARE CON UN MICROSCOPIO Y DESCUBRIRÉ LA MENOR TACHA O DEFECTO. YA VEZ QUE TE PREVENGO CLARAMENTE DE MODO PUES QUE TOMA TUS MEDIDAS EN CONSECUENCIA."
El amor incondicionado presupone la existencia de padres que tengan una gran capacidad de amar. Y padres que hayan hecho del amor un arte y, que perciban el amor como un proceso, como un ritmo o fluencia. Que les permite mejorar cada día e ir enriqueciendo paulatinamente, enriqueciéndose espiritualmente.
Son esos padres que saben que el amor no es una consecución, no es una meta, no es un logro, sino un devenir. El amor nunca está hecho sino que se hace todos los días, todas las horas y siempre. El día que el amor se detiene, ese día el amor comienza a morir. Ahora bien, ¿Dónde están esos padres?, se puede decir que escasean y brillan por su ausencia.
Los padres que abundan son los otros, los que procrean prole con el solo título de aficionado. Son los artesanos de la crianza.
o El Tafanario Descubierto de Dios.
o Habido desde la más remota antigüedad tres armas para contrarrestar el ahojo o fascinación o mal de ojo:
• Lo fálico una representación que nos muestre el falo erecto es apotropaico, es alegadora de las desgracias.
• La mostración del culo desnudo es también apotropaico.
• Y lo fecal también tiene carácter apotropaico.
Lord Chesterfield dice a su hijo a propósito del papa: "No dejes de hacer lo conveniente para que te lo presenten antes de que abandone roma y cumple todas las ceremonias usuales. Como besar su chinela, su asiento o su trasero, si se ofrece.
o La potencia vitalizadora del culo femenino.
o El carácter apotropaico del culo femenino.
Rosa Montero Pasiones (Aguilar, 1999)
La Función de la Palabra - TV Perú
Miércoles, 17 de febrero de 2010
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