Reseña de las casacas Moncler: ¿valen la pena?

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Moncler ha hecho casacas acolchadas desde la década de 1950. Han existido por buen tiempo, volviéndose bastante icónicas. La versión clásica de esta casaca se vende en cualquier lugar entre $1100 y $1500, lo que es una gran inversión, y es motivo suficiente para determinar si vale la pena comprarla. Como siempre, revisemos su historia para ver si su precio lo vale.
Al principio Moncler se estableció como fabricante de sacos de dormir acolchados en 1952. Aunque son más conocidos por sus casacas acolchadas de plumón, no los inventaron. Ese honor es de Eddie Bauer quien tuvo la idea en 1936.

Desde su inicio, Moncler produjo productos de plumón pero de uso diario y para quienes trabajaban en las montañas. Un alpinista francés llamado Lionel Terray se acercó a Moncler y le preguntó si podían hacer casacas para sus expediciones. Aceptaron el desafío y a partir de entonces fueron los proveedores de equipo de exhibición para muchos grupos de montañismo. Por ejemplo, en 1954, Moncler equipó a la primera tripulación que subió con éxito el K2.

En 1968 Moncler era tan popular y conocido que fueron nombrados el proveedor oficial del equipo nacional francés de esquí. Con la atención puesta en la compañía, Moncler decidió cambiar su logotipo de Mount Aiguille al del gallo, que sigue siendo el logo actual.

La icónica casaca acolchada de Moncler, tal como la conocemos hoy, surgió en la década de 1980. Los jóvenes italianos denominados paninari comenzaron a usar ropa de trabajo como las casacas acolchadas de colores brillantes de Moncler, así como botas timberland como parte de su subcultura. Moncler respondió a la tendencia agregando un acabado brillante y costuras de piel a sus casacas. En el 2003, Moncler fue comprado por el empresario italiano Remo Ruffini quien trasladó su sede a Milán donde permanece en la actualidad. Bajo una nueva dirección, Moncler decidió centrarse más en el ámbito de la moda que en lo que respecta a la calidad para las expediciones. Debido a eso, se les ocurrió crear la colección Gamme Rouge.

Casi al mismo tiempo, Jean Baptiste Valli comenzó a diseñar para Moncler. Hoy, Moncler es verdaderamente una marca de moda que cotiza sus productos en la gama de lujo. Debido a eso, las casacas Moncler ya no son para deportistas o para expediciones. Ahora aparecen en la Semana de la Moda y ese es su campo ahora. Curiosamente, afirman que todavía se centran en equipos de expedición, pero por alguna razón no están a la venta.

Sin embargo, las casacas acolchadas de Moncler se han vuelto un verdadero símbolo de estatus y, como consecuencia, se falsifican mucho. Obviamente, Moncler tiene su historia a pesar de que ahora están más centrados en el campo de la moda.

Las casacas Moncler son conocidas por su relleno de plumón, muy acolchado, aislante y abrigador. En su sitio web, afirman tener una experiencia superior en cuanto al plumón. El plumón usado en sus casacas está certificado por DIST. Es un protocolo que afirma rastrear la trazabilidad, la calidad y el origen del plumón. Curiosamente, el mercado comercial DIST es propiedad de Moncler, así que el control de calidad no lo hace una agencia independiente sino que el sello es de ellos; por lo tanto, la calidad del plumón en realidad está certificada por una subsidiaria de Moncler y no por terceros externos.

Antes de sumergirnos en el tema de la calidad del plumón, retrocedamos y analicemos qué es realmente el plumón. Estas son plumas de aves que son muy pequeñas, finas y flexibles, y por eso, cuando se juntan, crean cámaras de aire que ayudan a la insulación en ambos sentidos. Por un lado, protegen del aire frío del exterior; por otro lado, conservan el calor corporal, lo que es muy favorable para los animales.

Normalmente, los plumones de ganso son las plumas de calidad más conocidas. Hay otras, como las de las aves acuáticas, pero por lo general no se usan comercialmente porque aunque son mejores, son más caras. Además, el plumón de la más alta calidad obtenida de los gansos debe arrancarse del animal vivo. Un desplume tardío es mejor porque el plumón es aún más fino que el primer plumaje y, por lo tanto, insulan aún más.