EL BARCELONÉS QUE MATÓ A TROTSKY

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Caridad del Rio nació en Santiago de Cuba, donde su padre era gobernador. Unos años antes de la independencia de la Isla la familia vino a instalarse en Barcelona. Estudió con las monjas del Sagrado Corazón de Jesús de Barcelona, París y Brighton.

La familia la convenció para casarse con Pau Mercader, el hijo de un fabricante de éxito que había empezado con una fábrica textil en Badalona.

Al morir el patriarca de los Mercader, el “hereu” se hizo cargo de los negocios que no supo administrar, arruinando a toda la familia.


En los ambientes del distrito V y del Paralelo entró en contacto con grupos anarquistas y empezaron sus primeros tonteos con la morfina, el hachís y la cocaína. Su ideología fue radicalizándose. Incluso participó en diferentes atentados contra fábricas, entre ellas, la de su marido, pero la policía ya estaba tras su pista.


Para evitar males mayores, su marido y sus hermanos decidieron internarla en el manicomio Nova Betllem de San Gervasio. A los tres meses, sus amigos anarquistas asaltaron el establecimiento para liberarla.

Caridad cortó toda relación con su familia. Marchó con sus cinco hijos y el aviador a Dax hasta que terminó el idilio cuando el aviador se hartó de aguantarla.


La esposa y sus hijos se trasladaron Toulouse. Desencantada y deprimida intentó suicidarse. El personal del hospital pudo localizar al marido Pau que, enseguida vino de Barcelona para cortar con ella y llevarse consigo a tres de sus hijos. Ramón y Luís quedaron al cuidado de la madre ya que estaban matriculados en la Escuela de Hostelería y no querían perder sus estudios.


Caridad y sus dos hijos se establecieron en París. No tardó en afiliarse al Partido Socialista Francés. Aquí conoció a Alexander Orlov, Ernö Gero y Leonid Eitingon… los tres eran importantes agentes de la NKVD soviética y los tres participarán en mayo de 1936 en la matanza de los trotskistas del POUM en Barcelona y se implicarán en el traslado a la URSS del llamado “oro de Moscu”.

Leonid Eitingon era el heredero de un imperio de pieles. Mantenía relaciones con Caridad y ejerció de padrastro de Ramón.

En 1931, tras la proclamación de la Segunda República Española, Ramón Mercader llegó a Barcelona. Gracias a sus estudios de cocina encontró trabajo de maître en el Hotel Ritz mientras seguía con su activismo político en reuniones clandestinas del Distrito V.

Tras una breve estancia en la prisión en Valencia, volvió a Barcelona tras la amnistía del Frente Popular pero había perdido el empleo. Se fue ganando la vida como profesor de catalán a la vez que se labraba una carrera como jinete.

En los primeros meses de 1936 Caridad se reunió con Ramón en la ciudad condal. Madre e hijo colaboraron en la fundación del PSUC junto a Pere Ardiaca.

Ramón llegó a formar parte del Comité Organizador de la Olimpiada Popular que se iba a celebrar en julio en Barcelona. El día antes de la inauguración, el golpe militar frustró el evento.

Caridad ejerció de comisaria política de la Columna Durruti y secretaria de la Unión de Mujeres Comunistas.

Ramón, con 23 años, pasó a ser Comandante del V Regimiento. Los dos fueron heridos en combate. Se reencontraron en el Hospital Militar de Lérida.

Caridad y Leonid Eitingon organizaron un viaje a Moscú para que Ramón se formarse como espía para unirse al objetivo de eliminar a líder troskista.

Caridad viajó a Méjico DF con una delegación del POUM para solicitar la ayuda del país a la república española. Precisamente en Méjico estaba exiliado León Trotsky y su esposa.

Trotsky era la representación mítica de la Revolución de Octubre, una especie de jefe de Estado en el exilio...y tenía el altavoz necesario para denunciar la política stalinista. Casi toda su familia había sido ya asesinada. Sabía que era casi imposible escapar de las redes del todopoderoso Stalin.

Fue Andreu Nin, que ya conocía a Trotsky desde su etapa en Moscu, quién pidió a su amigo Diego Rivera que intercediese con el presidente Lázaro Cárdenas para que Trostky y su esposa Natalia Sedova pudiesen vivir en Méjico como refugiados.

Rivera, junto a José Orozco y David Alfaro Siqueiros, formaban el grupo de “los tres grandes”. Eran unos líderes populares que ponían su arte al servicio de la revolución.

El 9 de enero de 1937, el matrimonio llegó a Tampico a bordo del buque petrolero Ruth. Desde aquí tomaron el tren hacia México D.F.

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