SALAMANCA - CASTILLO DEL BUEN AMOR

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En medio de una dehesa de 116 hectáreas y rodeado de encinas, alcornoques, pinos, viñedos y almendros, se encuentra el castillo del Buen Amor, en la comarca de La Armuña, dentro del término municipal de Topas y en el lugar conocido como Villanueva de Cañedo, localidad hoy desaparecida, al norte de la provincia de Salamanca, próximo a las tierras zamoranas.

La tradición popular atribuye el nombre del castillo a los amoríos del arzobispo Don Alonso de Fonseca y su amante Doña María de Ulloa, aunque también se le atribuye a los del obispo Don Alonso de Fonseca Quijada y su amante Doña Teresa de las Cuevas.

Fue Don Alonso de Fonseca Quijada, obispo de Cuenca, Ávila y Osma, primo del comentado arzobispo, el impulsor de este castillo, transformando una antigua fortaleza del siglo XI en un palacio residencial de estilo gótico, donde habitó con Doña Teresa de las Cuevas y sus cuatro hijos.

El castillo del Buen Amor es un claro ejemplo de las denominadas fortificaciones del llano. Podemos apreciar claramente en las imágenes cómo esta enorme mole de piedra domina el inmenso llano salmantino.

Construido en piedra franca de Villamayor, en sus gruesos muros se pueden reconocer las armas de la familia Fonseca. Un patio organiza el recinto interior, con una bella galería entres de sus lados. En su exterior, llama la atención el gran foso defensivo de 15 metros de anchura y 8 de profundidad, y la gran torre del homenaje, situada en uno de los extremos en diagonal respecto al resto del castillo.

Aunque la construcción del castillo fue autorizada por el rey de Castilla Juan II por iniciativa de la Casa de Alba, y tras pasar por manos de los Reyes Católicos y el mariscal de Castilla Alonso de Valencia y Bracamonte, fue, a partir de 1477, el obispo D. Alonso de Fonseca Quijada el que transformó la fortaleza, como hemos comentado.

Vamos a comentar brevemente la historia posterior de esta fortaleza. El castillo pasó después a su descendiente Antonio Fonseca Enríquez, conde de Villanueva de Cañedo (condado creado por Felipe II exclusivamente para él). El castillo fue propiedad de los distintos condes hasta principios del siglo XX, que fue vendido. Desde entonces perteneció a Ricardo Soriano Scholtz von Hermensdorff, marqués de Ivanrey, quien lo vendió al ganadero Tabernero de Paz. Éste a su vez lo enajenó en 1958 a sus actuales propietarios.

Entre 1958 y 1960 fue restaurado por sus actuales propietarios, la familia Fernández de Trocóniz, la cual ha convertido al castillo, desde el 18 de julio de 2003, en un hotel con 41 habitaciones de lujo.

El castillo conserva muchos de sus elementos originales y una decoración con muebles de anticuario acordes con las características del edificio. El exterior, el cual observamos en las imágenes, dispone de una piscina, varias terrazas, una pequeña laguna y un laberinto de setos.

La actual Posada del Buen Amor está estructurada en torno al patio gótico central, ubicándose, en lo que fueran las estancias nobles del castillo, la recepción, el bar, la sala de convenciones y cinco salones sociales.


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