Una Carta Piadosa de Advertencia a los Fieles por John Knox

Una Carta Piadosa de Advertencia a los Fieles
en Londres, Newcastle y Berwick, 1553
Por John Knox

John Knox, a los fieles en Londres, Newcastle y Berwick, y a todos los demás dentro del reino de Inglaterra, que aman la venida de nuestro Señor Jesús, desea continuidad en la piedad hasta el fin.
Cuando recuerdo las terribles amenazas de Dios pronunciadas contra reinos y naciones a quienes se les ha ofrecido la luz de la palabra de Dios y la han despreciado (Levítico 26:14-39; Mateo 10:14-15); como mi corazón sinceramente lamenta tu estado actual, muy amados en nuestro Salvador Jesucristo, así también todo mi ser tiembla y se estremece por las plagas que están por venir. Pero que la verdadera palabra de Dios se ha ofrecido al reino de Inglaterra nadie puede negarlo, excepto aquellos que están bajo el yugo del diablo (Dios castigando justamente su orgullosa desobediencia, 1 Timoteo 1:9), y que no tienen ojos para ver ni entendimiento para discernir el bien del mal, ni la luz de la oscuridad. Contra quienes, en este momento presente, no contenderé de otra manera, no lo hizo el profeta Jeremías contra el pueblo de Judea obstinado y de cerviz dura, diciendo: "La ira del Señor no se apartará, hasta que haya ejecutado y llevado a cabo los designios de su corazón" (Jeremías 23:20). Y así los dejo (de cuyo arrepentimiento hay pocas esperanzas) en manos de aquel que no olvidará sus horribles blasfemias pronunciadas en contra de la verdad de Cristo y de sus verdaderos mensajeros. Y con ustedes, que sinceramente lamentan el gran naufragio de la verdadera religión de Dios, tengo la intención de comunicar tal consejo y admonición, ahora con mi humilde pluma, como alguna vez Dios quiso que proclamara en sus oídos. El fin de esta mi admonición es que, así como ustedes tienen el propósito y la intención de evitar el castigo de Dios, tanto en esta vida como en la venidera, así también eviten y huyan, tanto en cuerpo como en espíritu, toda comunión y sociedad con los idólatras en su idolatría.